martes, 8 de noviembre de 2016

Arte Románico


El siguiente arte a analizar es el Románico. Para ello, como siempre, nos informaremos de las características de la arquitectura y la pintura románicas.

Sobre la arquitectura encontramos iglesias con formas muy regulares y bastas, muros macizos, pilares gruesos y falta de ventanas que proporcionaban oscuridad en su interior. Sin duda este tipo de edificios buscaba la tranquilidad y la ausencia de distracciones debido a que en el interior se debía estar en silencio y concentrado en las oraciones a Dios y no tanto en los detalles decorativos.

En la pintura encontramos mucha religiosidad. Prácticamente todo el arte romano se centra en el adoctrinamiento y en el simbolismo religioso. Las pinturas que encontramos son frescos planos, con colores planos y lineales donde aparecían siempre motivos religiosos. Los cuerpos que aparecen están desproporcionados y alargados adoptando posturas extrañas para llamar la atención.

Este tipo de arte me parece muy basto y simple. No me atrae debido a que no tiene elementos que lo hagan muy interesante. Realmente su finalidad es hacer que el visualizador se centre en lo divino. El arte románico no es una forma de expresión interior donde impregnar sensaciones y sentimientos. Más bien es una forma de retratar la biblia en pinturas, sin poner el artista nada de subjetividad. La arquitectura fuerza a todos los que visitan sus edificios a centrarse en sus oraciones y en aislarse para poder centrarse en el interior. Todo el arte se centra en la religión e intenta que los fieles no se distraigan con otras cosas mundanales. No me gusta el enfoque de este arte que podría resumirse como: concentración. Pero no concentración en cualquier cosa, sino concentración en la religión, en la fe y en la oración.

 

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